Fauves
Sin importar...
Hoy, bueno, desde hace días, decidí no mirar mas hacia arriba, hacia el frente. Decidí terminar con esa visión de ángulos llanos dobles tridimensionales...
Ya no, ¿para que tanto?
Pero más aun, también he decidido, nunca jamas quitarme las gafas de sol. Los colores, tonos y luces... empiezan a ser molestos aparejos. Distraen, aburren... y lo que mas lastima mi molestia... es que todos están allí, colocados o no, de forma [alguien dice] subjetivamente casual.
Y no me preocupo, tengo un punto de fuga que durante mucho tiempo había olvidado y ademas es mi secreto; el suelo.
Tan olvidado y ajeno a todos. No pienso en cuantas veces me ha soportado, en cuanto ha tenido que cargar... durante años, durante eternidades.
Las sombras y el piso son amigos. se acompañan, unas de día, otras de noche.
Y siempre allí, firme, liso, duro... [lo de la dureza es cuestionable. Ahora que he fijado mi mucha atención en él, puedo ver pequeños y grandes hoyos. Profundos o muy por encima ¿Como hacerle un hoyo al piso, al concreto? Tacones de titanio, demasiado odio en los pies... o contra el soporte]
Pobre piso, de verdad que lo lamento... soportar tanta mierda.
mierda abajo, mierda arriba, mierda en medio... [no sabia que la mierda fuera tan polifacética en eso del movimiento y la posición]
—Carajo— digo.
Y pensar que cuando empece a pensar en esto... mirar hacia abajo era mi solución. Fastidiado de ver hacia el frente, hacia arriba... como siempre hablando con algo muy alto.
Pensando que con ver el piso, estaría librado de enfrentar la realidad... ese monstruo que hiere de la forma más cobarde.
Pero aun así, la idea me agrada.
—Si— digo de nuevo.
Mirare hacia abajo, como muchos, como todos. De vez en vez, levantare la mirada para saber en donde estoy, o mejor aun, para tener cuidado al cruzar una calle, no quiero ser arroyado por el ímpetu de un joven quinceañero rico montando en VMW... bueno, tampoco quiero ser arroyado por cualquier imbécil montado en cualquier cosa que pese mas de dos toneladas y tenga ruedas...
Eso. Ya nunca jamas me tropezare. Podré hacer una maravillosa colección de hoyitos. Las sombras también serán mis amigas y compañeras. Me perderé entre matices neutros que a nadie importan. Me uniré a lo -concreto-
Me vestiré de gris...
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